RELACIONES TÓXICAS

¿PODRÍAS ESTAR EN UNA RELACIÓN TÓXICA? 

Para acceder a un tema que existe actualmente, podemos definir que una relación tóxica es aquella en la que se manipula. Se accede al otro a través de emociones como la pena, la culpa, el miedo y bajando la autoestima con ultimátums.

Si te hago creer que estás en un mundo inseguro y que no tienes la capacidad de desenvolverte en él; yo sabré que me necesitarás y obtendré lo que quiero de ti.
Si me hago la víctima para hacerte sentir culpable, sé que probablemente tendré las cosas que quiero de ti y de igual forma con el miedo te haré responsable de lo que ocurre o va a ocurrir.

Los ultimátums son una forma de manipulación que consisten en: “si sales por esa puerta, no me vas a ver más el pelo”, con esto, todos podemos tener una mejor idea de lo que es la manipulación. Si este es tu caso, tienes que salir corriendo de esa relación.

Normalmente, los tipos de manipulación no son tan evidentes. Reconocer o conocer este tipo de relaciones te ayudará a identificar comportamientos tóxicos dentro de tu relación sana; que cosas haces tú o hace la otra persona y que son parte de una relación tóxica. Si es la situación es necesario solucionarla y pregúntate: Si no te compensa y quita más de lo que te da, probablemente estás en una relación equivocada.

Existen personas que son humanas y con las que serás feliz. La soltería es una opción de la que se disfruta; se puede ser feliz de muchas maneras, pero desde luego no estando en este tipo de relaciones; En estas se tiene la creencia o idea irracional en la que no se puede vivir sin él otro, de que para supervivir necesitamos a la pareja.

Ese grado de dependencia aparece solamente en algunos trastornos similares, como los síndromes de abstinencia por abuso de sustancias. Se necesita el tóxico para seguir viviendo y por eso se le denomina “Relación Tóxica”. Creer que no se puede seguir adelante sin la ayuda del otro o sin la tutela del agente tóxico.

Así como existen personas tóxicas, también existen personas abusadas, es decir, perfiles de personas que son susceptibles a ser parasitadas. Cuando me mantengo en esta relación tóxica es porque tengo un tipo de personalidad dependiente y necesito a alguien que me diga cómo vivir.

 Algunos otros trastornos como ansiedad, tristeza, culpa etc., son también síntomas de una relación toxica. Cuando se rompe la relación tóxica, la persona que ha sido dejada y además abusada en su relación, suele experimentar uno de los peores trastornos en su vida, la persona esta mal emocionalmente y sufriendo mucho.

A este sufrimiento se añade el hecho de que se siente estúpido por seguir sintiéndose enamorado y pasar por la ruptura, a pesar de que la otra persona no sea conveniente y la haya tratado mal. Suele ser alentado por la familia, que anima a la persona a encontrarse mejor. Ser feliz cuando todavía no ha pasado el tiempo suficiente y cuando la configuración psicológica de la victima, es decir, no ha salido todavía de la relación tóxica.

Para salir de esta hay que formularse la siguiente pregunta: ¿Qué obtenía a través de mi relación de pareja, que no puedo satisfacer por mí mismo? Todavía deben pasar meses antes de que el recuerdo de la otra persona desaparezca y pase a ser neutro, ósea, a no generar ningún tipo de emoción.

Para ello, además de responder a esa pregunta que romperá esa dicción, esa toxicidad del otro, hace falta o es necesario que pase el tiempo suficiente; hablamos de dos o tres meses mínimo, para salir de ese enorme sufrimiento que da la ruptura de una relación de ese tipo.

Muchas personas tienen un radar especial para detectar qué personas son manipulables y puedan intoxicarlas, así que es importante reconocer qué personas son abusadas para salir de ese radar. Todos los problemas tienen una solución.